Pensamiento estratégico: características y ejercicios para fomentarlo

El pensamiento estratégico es un concepto que comenzó a hacer carrera en el ámbito del marketing. Sin embargo, es perfectamente aplicable a otros ámbitos, además del campo de negocios o laboral. En realidad se trata de un enfoque útil en prácticamente cualquier área.

Se define como pensamiento estratégico al enfoque que mira el hoy con perspectiva de futuro. En otras palabras, aquel que es capaz de anticipar el efecto de las acciones, una visión a largo plazo, creativa y orientada al logro de objetivos puntuales.

Como el propio nombre lo dice, el pensamiento estratégico involucra una estrategia. Un plan de acción coordinado y enfocado hacia un logro relevante. En principio, este tipo de pensamiento se empleó en la guerra. Luego, en el mundo de los negocios. Sin embargo, como hemos dicho anteriormente se puede aplicar a cualquier tipo de propósitos.

Características del pensamiento estratégico

Lo primero que se debe decir acerca del pensamiento estratégico es que no se aprende con un manual. Muchos lo comparan con caminar, nadar o andar en bicicleta. No es algo teórico, sino que se aprende y afianza con la práctica.

ajedrez representando el pensamiento estratégico

Se piensa estratégicamente cuando se cumple con estas características:

Para pensar estratégicamente se necesitan dosis de realismo, una capacidad de reflexión, de síntesis y visión de conjunto. Ahora bien, esas capacidades no nacen de la nada, hay que desarrollarlas a través de la práctica.

Tres claves del pensamiento estratégico

En el pensamiento estratégico influyen muchas habilidades. Sin embargo, hay tres que son determinantes. Y lo son porque permiten construir el eje de esta forma de pensar: la estrategia. Estas habilidades son:

El pensamiento estratégico no es lo mismo que la “planeación estratégica”. El primero es una habilidad intelectual que se encauza. El segundo, la aplicación de esa habilidad sobre un aspecto o situación en concreto.

Según diferentes teorías, el pensamiento estratégico estaría relacionado con el pensamiento lógico-abstracto. En la adolescencia se pasa de un pensamiento concreto a otro más lógico-abstracto. Este cambio nos permite, por ejemplo, planear y/o predecir posibles acontecimientos futuros a través de nuestra conducta presente. Así pues, el pensamiento estratégico está ligado al lógico-abstracto, a través del cual, observamos y tenemos en cuenta todos los factores disponibles para organizar aquello que deseamos de la forma que consideramos óptima.

piezas encajando representando el pensamiento estratégico

Ejercicios para desarrollar el pensamiento estratégico

Como afirma Miguel Ángel Corona (2010), de la Universidad Iberoamericana de Puebla, en su artículo “Desarrollo del pensamiento estratégico en la escuela de negocios”desarrollar pensamiento estratégico requiere ampliar los horizontes de la mente y trabajar los tres subsistemas del pensamiento; esto es, los procesos relacionados con los conceptos, conocimientos y esquemas, con las destrezas y habilidades mentales para plantear estrategias y utilizar métodos y técnicas que, finalmente con las emociones, motivaciones e intereses, moverán las voluntades”.

Hay muchas maneras de desarrollar el pensamiento estratégico. Desde jugar al ajedrez hasta lanzar hipótesis cotidianas y probarlas. Sin embargo, para comenzar puedes realizar algunos ejercicios sencillos. Han probado ser eficaces para disciplinar la mente de modo que adquiera la habilidad de diseñar estrategias.

Los ejercicios sencillos más recomendados son:

El pensamiento estratégico es una habilidad que facilita el logro de los objetivos. De ahí que se pueda aplicar prácticamente a todo. Te ayuda a pensar más ordenadamente, pero sobre todo, a pensar en términos de logro y largo plazo.